La llave es una herramienta o instrumento que se utiliza para accionar todo el engranaje o mecanismo interno de la cerradura, está fabricada especialmente para un modelo en especifico y para limitar el acceso a cualquier espacio de personas no autorizadas.
Cerrajeros expertos en estas cerraduras concuerdan en que la mayoría de las llaves están fabricadas en metal, aluminio, acero o latón, es necesario introducirla en la cerradura y si es la llave correcta se comprobará a través del giro del bombin.
Cabe acotar que esta constituida por una parte ancha en forma ovalada o redonda, algunas de ellas tienen diferentes perforaciones que sirven para sujetar o anexar a algún llavero, además posee una barra con diferentes cortes o palas que forman un código complejo, protegiendo así todo el mecanismo.
Además, tanto las estrias o cortes como las paletas son el primer código de la mayoría de llaves que conocemos en la actualidad, cada cerradura posee un código diferente, es por ello que la llave no cumple con el código de seguridad no accionara la cerradura.
Las muescas o cortes, permiten el movimiento de las levas o pitones de la cerradura, estas son de diferentes tamaños y cada corte se adapta a cada pistón y cuando ambas se acoplan puede girar la llave logrando así la apertura de la puerta.
Breve historia de la llave
El origen de las llaves comienza aproximadamente en el siglo VII antes de cristo, si, desde tiempos antiguos las llaves existían, pero se presumen que eran muy grandes y pesadas al igual que las cerraduras, por ser grandes cajas metálicas, luego de ello comenzaron a crear cerraduras y llaves más pequeñas para cajas tipo joyeros o muebles pequeños.
Especialistas que han trabajado con Cerraduras Sidese, señalan que si existe una relación muy estrecha entre el tamaño de la cerradura y el tamaño de la llave, luego del inicio del siglo XX comenzó una evolución constante en los mecanismos de seguridad y sistemas de cierre, por esta razón el diseño de las llaves que conocemos en la actualidad es variable.
Tipos de llaves
Llave antigua: era un modelo clásico formado por una pieza cilíndrica que era comúnmente perforada o con paletas al final de esta para que se adapta a la forma del cilindro y permitieran la apertura de la puerta, generalmente eran diseños de llaves grandes y se manejaban con más facilidad gracias a un anillo ya sea redondo u ovalado del mismo material.
Llave actual: este diseño es mucho más liviano que el anterior y es en forma plana, el cilindro o vástago tiene pequeños dientes de diferentes tamaños en alguno de sus lados, con el objetivo de completar el código de seguridad del cilindro y levantar adecuadamente cada una de las levas del cilindro.
Llave maestra: en la actualidad existen llaves modernas que pueden abrir dos o más cerraduras, este tipo de llave se usa con frecuencia en empresas, hoteles, recintos deportivos, colegios u otros lugares donde transitan muchas personas o empleados, evitando así cargar un extenso manojo de llaves.
Llave magnética: es un modelo moderno, mucho más que la llave maestra, consta de una tarjeta de plástico similar a la tarjeta de crédito que posee a un lado una cinta magnética que contiene información importante para descifrar qué es la que corresponde a una cerradura específica, permitiendo la apertura, esta se ve usualmente en hoteles.
Mando a distancia: como su nombre lo indica es un tipo de llave que se puede abrir desde el automóvil o cierta distancia del inmueble, este consta de un pequeños dispositivo electrónico que permite liberar la cerradura sin introducir ninguna llave.
En líneas generales, las llaves se han transformado frecuentemente, pero aunque no existe una fecha exacta desde su origen, se sabe que es uno de los sistemas de seguridad más antiguos del mundo.